El Yoga entró en mi vida por casualidad hace 13 años, cuando estudiaba Teatro en Barcelona, lo practicaba como parte de mi entrenamiento y me atrapó desde el primer día. En el 2017, decidí profundizar mi práctica haciendo el profesorado de Power Yoga, con Fred Busch y a partir de ahí mi vida dio un gran cambio. Desde entonces, fui interesándome más por el Yoga, tomé otras certificaciones, como Krama Vinyasa, Anatomía del Yoga y Yoga Restaurativo.
Siempre tuve muy presente mi vocación de servicio. Me fui entrenando como profesora, no soltaba del todo mi trabajo “estable”, hasta que un día tomé la decisión de dedicar todo mi tiempo a la enseñanza del Yoga y fue la mejor decisión. Ser profesor es una ventana maravillosa. Cuando enseñas no solo enseñas lo que enseñas. Estás enseñando tu actitud frente a la vida. Estas enseñando las herramientas con las que cuentas para enfrentar situaciones de movimiento. El Yoga es una herramienta para encontrar tu misión en la vida y vivir con propósito.